viernes, octubre 13, 2006

Sobre pirateria y propiedad de elementos intangibles

Hace unos 3 años escribi este articulo que al final no fue publicado. A veces lo uso como texto para provocar debates entre mis estudiantes de Aspectos Sociales de la Informática (ASAI) en la FIB. Espero que os sea de interes.

Ludo Out.

De la piratería y estrategias de mercado que jamás serán admitidas (o sí).

Marc Alier. Octubre 2002
Según la ley española no se pueden fotocopiar libros con copyright. Eso no impide que casi todas las bibliotecas, incluso las que pertenecen al estado, tengan fotocopiadoras a disposición de sus usuarios. El formato MP3, la aparición y cierre de Napster, el bajo coste de los equipos de grabación de compact disc y la aparición del “Top Manta” ha llevado el fenómeno de la piratería informática a primera página. La piratería musical existía desde hace varias décadas en el formato de las cintas de casete, y nunca llegó a preocupar a la industria musical como el fenómeno actual del “Top Manta.” El fenómeno de la piratería informática esta en primera plana. Quienes copiamos en cuanto podemos somos nosotros, los ciudadanos de a pie.

Antes de proseguir quiero diferenciar la piratería organizada como negocio, como es el caso del “Top Manta”, de la copia doméstica para “uso personal y de los amigos”. Lo primero es una actividad delictiva y existen o alguien se encargara de que existan los medios para regularla y controlarla. Pero la copia domestica es más difícil de regular, tanto legislativa como éticamente. Porque, amigos, todos somos culpables.

La piratería informática domestica existe, y tiene un impacto determinado sobre la actividad económica. ¿Pero sabemos que realmente este impacto es netamente negativo? Es mi hipótesis que este fenómeno social es aprovechado por grandes las grandes empresas para hacer negocio. Veamos algunos ejemplos.

A finales de los años ochenta, representantes del fabricante de software Ashton Tate eran presentados en una conferencia en Barcelona como los autores del software de bases de datos más utilizado en España: dBase III. El conferenciante se mostró muy honrado por este hecho pero lamentó que su empresa no hubiera vendido en España más de un par de licencias. Esta anécdota suele usarse para ilustrar como las copias ilegales (o piratería) puede perjudicar a una empresa software. Esto no vamos a negarlo, es un hecho.

Pero sigamos con la historia: Ashton Tate se encontró en una situación privilegiada para negociar con empresas y administraciones públicas la adquisición por parte de estas de licencias de la nueva versión de su base de datos: dBase IV. Les habían hecho la promoción gratis. [1]

Hoy en día a los usuarios más noveles de ofimática no les suena el nombre dBase. Este producto fue barrido del mercado de las “pequeñas bases de datos” por un duro competidor: Microsoft Access. Este software se distribuye con la versión profesional del Microsoft Office desde las primeras versiones. La versión que realmente se hizo con el mercado fue Access 97. El auge de Windows 95 favoreció su difusión, no hay duda. Pero tengamos en cuenta que en los PC’s con Windows 95 funcionaban aplicaciones bajo MS-DOS y dBase IV. Un factor a tener en cuenta es el hecho de que para aprovechar dBase IV hacían falta unos mínimos conocimientos de programación. Para que un producto se utilice hacen falta usuarios capacitados para ese uso, eso esta claro. Access 97 (y sus herederos modernos) estaba diseñado para que tanto el diseño, como la programación se hicieran de forma visual siguiendo asistentes. Por lo que, finalmente dBase hoy en día ha desaparecido del mercado. ¿Pero bastó esta facilidad de uso para imponer a Access (y Microsoft Office) como producto prácticamente hegemónico?

Había otros productos en el mercado parecidos a Access. Sin ir más lejos la empresa Borland, que había absorbido a Ashton Tate, tenia en el mercado un producto que permitía aprovechar los ficheros de dBase y ofrecía el entorno visual y facilidad de uso de Access[2]: Borland Paradox. Sin embargo los usuarios de dBase cambiaron de fabricante y paulatinamente adoptaron a Access como su software de base de datos en entorno visual.

Hay muchos factores que influyeron en el existo de Access. Para empezar Microsoft tenía ya un peso específico importante y ¿Quién mejor que Microsoft para desarrollar aplicaciones en su propio sistema operativo? Pero sabemos que los usuarios domésticos suelen usar copias ilegales de Office e incluso del propio Windows. Microsoft lo sabe, yo lo sé y ustedes también.[3]

La segunda mitad de la década de los noventa vio aparecer un nuevo periférico del ordenador personal: la grabadora de CD-ROM. Por aquel entonces algunos espabilados compraron sus grabadoras de CD’s [4] a un precio muy alto (costaban como 2 PC’s) y los amortizaron vendiendo piratas CD’s con recopilaciones de software pirata. El Microsoft Office 97 que se instalaba perfectamente con el número de serie “12345678900”, fue el producto estrella de estos CD’s.

Esta enorme difusión ilícita entre usuarios domésticos (y empresas) lo que consigue es formar a una enorme masa de usuarios que se desenvuelven cómodamente con el software de base de Microsoft. La misma piratería que les “escaquea” millones de licencias, convierte al software de Microsoft en hegemónico. Microsoft extrae sus beneficios de las empresas y administraciones que no pueden evitar pagar los abusivos precios de sus licencias, pero que ahorran un dineral en formación porque sus trabajadores ya conocen el software.

Una licencia de Office profesional cuesta aproximadamente 600 €, obviamente ningún usuario doméstico va a pagar esa cantidad para poder llevar una base de datos de sus recetas de cocina. Existen otras alternativas: la iniciativa GNU[5] y Sun Microsystems [6]desde hace varios años distribuyen gratuitamente por Internet software de oficina compatible con los formatos de archivo de Microsoft, pero su implantación es bastante reducida en su versión para Windows. Los usuarios preferimos piratear el Office[7], que instalar un producto gratuito de las mismas características. Y al hacerlo, al piratear, estamos manteniendo el terreno abonado para las ventas de Microsoft.

Las grandes compañías no crearon el fenómeno de la piratería en el software, pero son bien conscientes de su existencia y lo tienen bien en cuenta en sus estrategias comerciales, a veces dignas del propio Maquiavelo.

Hace poco en España hemos visto como dos compañías de televisión digital por satélite han estado en guerra por su cuota de mercado hasta que han decidido fusionarse. Estas empresas emiten una señal digital que se descodifica en un aparato que generalmente se coloca encima del video o el lector de DVD. Este descodificador tiene un lector de tarjetas llamadas inteligentes porque contienen un microchip de memoria programable. Cada cliente al darse de alta recibe la antena, el aparato y una tarjeta que le permite acceder a los canales que tiene derecho según el plan al que se haya suscrito. Si el cliente desea acceder a otros contenidos (como películas, o retransmisiones de eventos deportivos) entonces el aparato se conecta telefónicamente y mediante un modem interno envía los datos del cliente a la central donde le cargan el servicio en cuenta y le permiten al acceso. Hasta aquí todo en orden.

Expertos en electrónica digital hackearon el código de estas tarjetas y publicaron en Internet nuevos códigos que introducidos en una tarjeta virgen permitían a cualquier espectador acceder a todo el contenido en antena. Consecuencia: las tiendas de componentes electrónicos hicieron su agosto vendiendo grabadores de tarjetas inteligentes para que los clientes de estas compañías pudieran ver las películas de pago y los partidos de pay per view (, por no mencionar de los canales pornográficos). Las dos cadenas mutaban periódicamente los códigos de las tarjetas, enviando una señal que obligaba al receptor a reprogramar la tarjeta haciendo que las tarjetas piratas dejaran de funcionar. Entonces el usuario pirata debía buscar en Internet los nuevos códigos y reprogramar su tarjeta. El proceso, en el mejor de los casos, duraba unas horas. Lo curioso del tema era la actitud de las cadenas: en vez de molestar al espectador pirata continuamente mutando los códigos a discreción, se limitaba a hacer barridos una vez al mes, eso sí justo antes de retransmitir los partidos de fútbol de supuesto mayor interés.

Hoy que se han fusionado ambas compañías, existen al fin los medios técnicos para bloquear completamente el uso de tarjetas apócrifas. Creo que no hay duda que estas empresas toleraron (sino alentaron) la proliferación de usuarios piratas, con tal de aumentar el número de abonados. El argumento de venta es sencillo: “Oye, hazte de Canal Satelite/Via Digital, pagando lo mínimo podrás verlo todo con esta tarjeta pirata[8]”.

El siguiente ejemplo sucede en el mundo de las consolas de videojuegos. Los videojuegos para todo tipo de microordenador han sido victima tradicional de una piratería sistemática. Los juegos para consola, sin embargo, habían sido tradicionalmente difíciles de copiar[9] hasta la llegada de Playstation de Sony. Sony entró por la puerta grande en el mercado de las consolas dominado hasta el momento por Nintendo con Playtation, la primera consola que se alejaba del formato de cartuchos para distribuir el software. En vez de eso Playstation usa un lector de CD-ROM. Para evitar la copia de los juegos, estos se distribuyen en unos CD’s de color negro que no se puede emular en una grabadora doméstica. Si la “play”[10] detectaba que el CD introducido no era de base negra simplemente no ejecutaba el juego.

Pero milagrosamente apareció un chip de bajo coste en el mercado, junto con unos planos de cómo soldarlo en la “play”, que evitaba esta protección por hardware. En consecuencia los juegos de Playstation se copiaban más que los mismos juegos de PC. Podemos pensar que, los usuarios de videoconsola no tienen los conocimientos para soldar chips en el integrado de una consola. Y estamos en lo cierto, pero ¡eran las mismas tiendas de videojuegos las que por cinco mil pesetas más vendían las consolas ya chipeadas[11]! En consecuencia Playstation fue más que un éxito de ventas, borró literalmente del mapa a su principal competidor Dreamcast [12] y solamente Nintendo pudo mantener dignamente un oponente en el mercado: la Nintendo 64 que basada en una mayor potencia de proceso grafico y el soporte de la división de juegos de la misma empresa resistió el envite de Playstation. En este caso el argumento implícito fue “Compra Playstation, los juegos son más fáciles de copiar”.

Pero la historia no termina aquí. Hoy en día se está librando una nueva guerra en el segmento de las consolas de videojuegos. El producto “video consola de juegos” está empezando a transformarse en un sistema de entretenimiento doméstico que integra videojuegos, reproducción de CD de audio, DVD e incluso conexión a Internet. El mercado se lo disputan tres oponentes. Por un lado esta Nintendo con GameCube un producto compacto que usa un tipo de disco (mini DVD) poco común y por tanto difícil de copiar basándose en una estrategia de calidad en los juegos, muchos de los cuales son exclusivos de esta plataforma y a menudo orientados al mercado más infantil. Por otro lado Playstation II se basa en el estándar DVD y mantiene compatibilidad con los juegos de la Playstation original. Como era de esperar ya está en el mercado un chip para piratear la Play 2 y existe en Internet software que permite copiar los juegos de esta consola. Sony repite estrategia y le esta yendo muy bien, de momento lidera el mercado. El tercer competidor vuelve a ser un advenedizo en el mercado, pero un viejo conocido nuestro: Microsoft. La compañía de Redmont por primera vez se mete en el negocio del hardware y ha creado una consola de juegos que en realidad es un PC enlatado en una carcasa compacta ejecutando una versión especial de Windows CE: La XBox. El lanzamiento de la Xbox fue un moderado fracaso para la compañía de Gates, el precio de salida era sin duda demasiado elevado (más del doble que la GameCube y 100$ más que la Play 2) y a partir de ese punto Microsoft empezó a cambiar la estrategia. Hoy en día Xbox se vende a menos de la mitad de su precio original, lo cual contribuye a un aumento de las ventas.

Pero hay algo más. Si ustedes buscan un poco, no tardaran en encontrar una tienda de informática o de videojuegos que les ofrecerá una ganga: la “Xbox chipeada”; una estación de pirateo en toda regla. La Xbox dispone de un elemento poco frecuente en una consola de videojuegos, hasta ahora, una unidad de disco duro. En la “Xbox chipeada” además del chip pirata soldado, se ha instalado un disco duro mucho más grande y una versión modificada del sistema operativo que permite (gracias a una superior potencia de calculo de XBox) emular juegos de Playstation y la mayor parte de los juegos de las consolas clásicas[13], grabar los juegos originales de Xbox en el disco duro y reproducir películas en formato DIVX.[14] Con lo que no solo se puede piratear juegos sino que además se pueden ver películas piratas bajadas de Internet o compradas en el Top Manta.

¿A que juega Microsoft? Vender hardware a precio de coste para permitir que los usuarios pirateen incluso los juegos de su plataforma no parece llevar a ningún lugar. Microsoft persigue un objetivo: imponer su plataforma de juegos, aunque tenga que regalarla. ¿Y como pretende rentabilizarlo? La próxima evolución de los videojuegos son los juegos en Red, que hace años que ya están triunfando en la plataforma PC. Es más divertido jugar acompañado que solo. El argumento de venta ahora es el siguiente: “Compra una Xbox y podras piratear todos los juegos que existen”. Pero los juegos que existen solo te permitirán jugar solo hasta el aburrimiento y cuando quieras jugar en Red tendrás que pagarme la licencia del juego y pagar el acceso a mi servidor mensualmente desde tu cuenta bancaria.

Sony ha anunciado el próximo lanzamiento de la nueva versión de Playstation que integrará una consola de juegos, un disco duro de alta capacidad y una grabadora de DVD integrada. El pretexto es sustituir 3 electrodomésticos (videoconsola, video y dvd) en 1, pero en realidad lo que ofrecen es una herramienta para jugar a piratear contenidos siempre que compres hardware nuevo cada 2 años y pagues por jugar en Internet.

Mientras termino este artículo escucho un disco de Dream Theater[15] que todavía no ha sido publicado en Europa. El propio grupo se encargó de transmitirlo a los fans a través de Internet a través de su página web, además de organizar un chat con los miembros del grupo[16]. Seguramente voy a comprar este disco, y sino lo hago seguramente compraré una entrada para ir a verlos cuando vengan a Barcelona y también me compraré una camiseta y el DVD de la gira cuando salga.

La cantante americana Dido explicaba en una entrevista que gracias a la piratería musical por Internet en Europa ya conocían su música antes de empezar con la campaña de marketing. Después añadió que no le hizo ninguna gracia ver como sus discos se vendían por 5 euros en la boca del metro.

Cada vez son más los discos que se venden con un DVD con extras (videoclips, canciones en formato DTS, videos de las actuaciones en directo, o entrevistas con el grupo) intentan dar un valor añadido al producto, fastidiando al “top manta” y beneficiando al consumidor. La tecnología cambia las reglas pero el juego es el mismo, quien trabaje con imaginación saldrá adelante.

A menudo se cuantificar el impacto económico de la copia ilegal de contenidos en Internet y se presenta en bonitas graficas a todo color. Me gustaría recordar que estos cálculos son una falacia. La economía es la ciencia que estudia como repartir los bienes escasos, y la información es algo que se puede copiar hasta el infinito y , por tanto, no es un bien escaso (una vez se ha creado).

[1] De hecho, consiguieron vender algo más que dBase. Ashton Tate distribuía un paquete ofimático llamado Framework III que se distribuyó a todos los institutos públicos en Cataluña junto con dBase III . Un montón de licencias.

[2] Paradox era un sistema más sólido que Access, se “colgaba” menos y podía tratar con volúmenes de datos mayores.

[3] Como demostración comparemos las ventas de PC’s con el número de licencias de Windows (y no pretendamos que todos esos pc’s corren bajo linux).

[4] Que entonces se empezaron a llamar tostadoras, freidoras o quemadoras (burners en ingés) porque los CD’s salian realmente calientes entonces. En las tostadoras actuales el laser se activa a menor potencia, la grabación dura menos y se hace a más revoluciones por lo que no se calientan tanto.

[5]http://www.openoffice.org/

[6]http://wwws.sun.com/software/star/staroffice/ La última versión 7,0 es solo gratuita para uso educacional, pero comparado con los precios de MS-Office sigue siendo un precio simbólico.

[7] Al escribir esto lo hago desde mi PC en la Universidad Politécnica de Cataluña que se mantiene al día con sus licencias.

[8] Los abonados de estas empresas que quieren darse de baja suelen tener muchos problemas. El aparato decodificar es cedido y según la letra pequeña de los contratos, deben retirar el decodificador apara formalizar la baja. No hace falta decir que no se dan ningún tipo de prisa y que cobran el abono hasta formalizar la baja.

[9] Normalmente se piratean cuando la tecnología PC es lo bastante potente para emular el hardware de estas consolas. Por Internet se pueden encontrar cientos de miles de ROM’s de juegos pertenecientes a viejos microordenadores ( spectrum, comodore, msx ... ), consolas y maquinas recreativas ( las de echar 5 duros ). No obstante esto no afecta significativamente a las ventas del juego porque este se piratea mucho después de su comercialización.

[10] Como suele llamarse a esta consola.

[11] Las consolas pirateadas con el chip soldado.

[12] La consola Dreamcast de la marca nipona SEGA basada en discos parecidos al CD pero de mayor capacidad y mucho más difíciles de copiar. Al contrario de Sony, SEGA llevaba quince años en el negocio de las consolas y todavía es uno de los principales desarrolladores de juegos.

[13] Existen en españa tiendas donde venden Xbox "chipeadas" y además suministran un DVD con literalmente miles de juegos de otras consolas más antiguas.

[14] El formato DIVX es un formato de video digital de alta compresión que permite con una calidad aceptable grabar una pelicula de DVD en un CD-ROM. Hasta hace poco hacia falta un PC para reproducirlo. Mediante programas como edonkey o Kazaa los piratas comparten sus peliculas en Internet. http://www.spanishare.com

[15]Un grupo de “Metal Progresivo” que a mi compañero Enric no le gusta, no por lo de “Metal” sino por lo de “Progresivo”.

[16]http://www.dreamtheater.net/news_dreamtheater.php#simul

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