Cuando estaba estudiando primero de carrera tuve que sufrir el calculo. Como buen estudiante de primero que era, o sea un pardillo de primera, compré el libro "Calculus" al que se referían mis profesores continuamente, y tenia que usar para hacer los problemas y tratar de comprender aquellos matemáticos que no habían pasado por el programa de master de formación del profesorado.
Un buen dia, como buen despistado me olvidé el libro en el metro y lo perdí para siempre. A partir de entonces tuve que usar uno de los ejemplares de la biblioteca. Mi ejemplar estava nuevecito. las páginas estaban satinadas y crujian al pasarlas. Al empezar a usar los ejemplares de la biblioteca me di cuenta con horror ( que va! ) de que los alumnos cometen el sacrilegio de subrayar y hacer anotaciones en los libros de la biblioteca. !Que desfachatez!!!
El volumen con el que me hice (y devolvi con retraso como siempre) tenia las tapas rotas - habia sido restaurado por la biblioteca - las páginas estaban amarillentas, casi mohosas... nada de crujidos sensuales de libro nuevo. Incluso se podia detectar un cierto tufillo, y algunas páginas tenian definitivamente manchurrones de comida. Vamos, uno de esos libros de la biblioteca que estan en contínuo préstamo.
Pero, poco a poc, a medida que empecé a usar aquel ejemplar me fui dando cuenta que los subrayados y las anotaciones de los antiguos usuarios de aquel libro eran oro en paño. Antiguos alumnos de cálculo 1 se habian convertido en mis guias de estudio. Creo que debo en parte mi aprobado de calculo a aquellas anotaciones, seguramente mucho más que las lecciones magistrales dadas con desgana a audiencias de 150 tios (mayormente) que tuve que sufrir.
Hace unos meses tuve que repasar a Descartes, y para ello usé mi viejo ejemplar de segundo de BUP. Que casualidad que las citas de Descartes que he elegido para mi tesis , las subrayara en 1987 una versión (todavia) más alocada de mi. Un Ludo de 16 años me estaba guiando en la elaboración de mi tesis (20 años despues) y me mostraba como ya entonces vibraban en mi ser las mismas ideas.
Mis amigos Marcos Cuevas y Pablo Casado llevan 9 meses gestando un producto (de esos que metemos en el saco de los Web 2.0) que permitirá que subrayemos, pongamos anotaciones y añadamos contenidos a la web, creando sucesivas capas de subjetividad y objetividad sobre los contenidos de esta Web 2.0. Una web vertical, una web en 3d o 3.0 para quien quieran poner etiquetas a las cosas.
Aprender de las reflexiones de otros, romper las barreras del tiempo .... un regalo de navidad que Marcos y Pablo nos van a hacer. Suerte chicos con Layers.COM
layers.com from Layers on Vimeo.
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Es que no es lo mismo hacer anotaciones, que garabatear y ensuciar un libro :P
ResponderEliminarA mi me gusta hacerlo, me ayuda a centrarme en los puntos importantes, y retomarlos más adelante si se tercia (novelas incluídas).
A ver si llega la invitación ya, que hay ganas de trastear el proyecto ^^